martes, 2 de noviembre de 2010

REFLEXIÓN

Érase una vez, unas tierras sin paz, la paz de estas tierras estaban siempre peleándose y eran unas guerras espantosas. Por las noches, no podían dormir ni leer ningún libro. En lugar de hablar, discutían. Al final, se dieron cuenta de que habían actuado mal y dejaron de pelear y discutir. Desde entonces, ya no hay guerras en estas tierras. La gente puede dormir y leer libros. Son felices y la tierra está en paz.
En cada escuela hay siempre un problema, así sea minúsculo pero lo hay, no permitamos que esto llegue a un conflicto busquemos la armonía, la tranquilidad en el trabajo es muy importante mas aún busquemos la paz en nuestro corazón.

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